Grupo Bimbo avanza hacia las cero emisiones netas de carbono

Grupo Bimbo, la panificadora líder a nivel mundial, realizó en México su Cumbre Global de Sustentabilidad. En este encuentro asistieron los principales actores de la cadena de valor de la empresa con los que acordó buscar soluciones para enfrentar los retos globales actuales. Además, se presentaron mejores prácticas, así como avances de su Estrategia de Sustentabilidad, y estableció planes de colaboración para alcanzar metas compartidas, como el lograr las cero emisiones netas de carbono al 2050.

Como parte de este evento, dio a conocer que 92% de su energía eléctrica a nivel global ya proviene de fuentes renovables como el sol y el viento. Detalló que de los 34 países donde la empresa tiene presencia, 27 de ellos ya operan con el 100% de energía eléctrica renovable. Recientemente, Estados Unidos, México, Ecuador, Brasil, Corea del Sur, Guatemala, China (en el negocio Quick Service Resturants), Kazajistán y Marruecos alcanzaron esta meta. De esta forma, Grupo Bimbo ratifica su compromiso, hecho en 2018 bajo la iniciativa RE100, de alcanzar una operación con 100% energía eléctrica proveniente de fuentes renovables para el 2025.

“En nuestro viaje para ser una empresa más sustentable, hemos establecido metas y ambiciones concretas para hacer de este mundo un lugar mejor para las generaciones presentes y futuras. Nuestra primera Cumbre Global de Sustentabilidad nos permitió compartir buenas prácticas y avances, los cuales buscamos que inspiren a todos los actores y con ello seguir trabajando entre todos en la preservación de nuestro planeta”, expresó Daniel Servitje, presidente y director general del Grupo.

Como parte de este proceso de descarbonización y sumando avances en el pilar de su estrategia de Sustentabilidad, “Para La Naturaleza”, Grupo Bimbo también compartió sus más recientes logros en su eje de Agricultura Regenerativa. Hoy, más de 570 agricultores en México han sido capacitados para utilizar esta práctica. Además, se han sembrado más de 86 mil hectáreas de trigo y maíz con este método de labranza que mejora la salud del suelo, la biodiversidad, la salud de los ecosistemas productivos, al mismo tiempo que mejora el aporte nutrimental de los insumos, la captura de carbono y la calidad de vida de los agricultores.