En una casa centenaria, en el estado de Hidalgo, las tradiciones y la cultura otomí en torno al Día de Muertos se hacen presentes. Sus propietarios, la familia Pedraza, invita a quien quiera escuchar la historia, a vivir una experiencia única en su bello hogar.
Dongú es una casa pulquera ubicada en San Andrés Orizabita, en Ixmiquilpan, Hidalgo, y su construcción inició en 1803. En esta zona de clima semiárido, los materiales utilizados fueron el tepetate, el barro, las piedras de río y cal mezclada con mucílago de cactáceas.
La casa cuenta con tres habitaciones con capacidad para 10 personas, y la cuales pueden ser rentadas para pasar unos días rodeados de bellos paisajes, aire puro y deliciosa gastronomía.
A propósito de la celebración del Día de Muertos, prepararon el Cóctel Ya pa ya du (Día de Muertos, en lengua Hñähñú), elaborado con Mä Ji, el destilado de aguamiel resultado de la extracción manual del corazón del Agave Salmiana, a través de un proceso cien por ciento sustentable.
Mä Ji (Mi Sangre) es de sabor único, ahumado y amable al paladar, con un bouquet de agave y aguamiel. Se trata de un destilado que preserva su origen ancestral de la agricultura tradicional del pueblo Hñähñú originaria del Alto Mezquital, en el estado de Hidalgo.
El aguamiel es la materia prima del pulque, considerado un elixir de los dioses. Hoy esta bebida milenaria participa activamente de forma habitual en la gastronomía, así como en cocinas de hogares y en los restaurantes más prestigiosos de México y el mundo.
Mä Ji nace de la idea de la joven y emprendedora Tamara Pedraza Rodríguez, quien busca rescatar sus tradiciones ancestrales y trasladar sabores y aromas de su bisabuela Doña Gilberta Hernández Ferrera, primera mujer que abrió una cantina en el municipio de Tasquillo, Hidalgo, a finales de los años treinta del siglo pasado y cuya imagen se presenta en la etiqueta.