El cáncer infantil en México es un problema de salud pública y la primera causa de muerte en niños de 5 a 14 años de edad, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Salud Pública. El cáncer infantil representa entre un 0.5% y un 4.6% de la carga total de morbilidad por esta causa. Uno de los tipos más comunes de cáncer infantil es de hueso, osteosarcoma, y por lo general se desarrolla en la zona media de huesos largos.
El cáncer es una de las principales causas de mortalidad entre niños y adolescentes en todo el mundo. Cada año se diagnostica cáncer en aproximadamente 400 mil niños de entre 0 y 19 años de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). En general no es posible prevenir el cáncer en los niños, la estrategia más eficaz es centrarse en un diagnóstico precoz y correcto, seguido de un tratamiento eficaz y científicamente contrastado que se acompañe de medidas de apoyo personalizado.
Tratamientos
Es fundamental contar con un diagnóstico correcto para poder prescribir un tratamiento adecuado para el tipo de cáncer y su grado de extensión. Los tratamientos habituales van desde la quimioterapia, la radioterapia o la cirugía. En la actualidad la crioablación es utilizada en pacientes con lesiones difíciles de resecar o no operables, aquellos que no son candidatos a anestesia general, quienes prefieren una cirugía de mínima invasión, pacientes que han generado resistencia a la radiación y quimioterapia, así como hipertensos, diabéticos, cardiópatas y lesiones de difícil acceso.
La curación del cáncer infantil es posible en más del 80% de los casos, cuando el niño puede recibir atención oncológica. Por ejemplo: la crioablación es un alternativa en el tratamiento de cáncer de hueso al ser de mínima invasión, con poco dolor para el paciente, además preserva el tejido sano y la recuperación es más rápida en comparación con los métodos tradicionales como quimioterapias, radioterapias, entre otras. Algunas de las cualidades de la crioablación son la destrucción de tumores y otros tejidos por medio de frío extremo sin dañar el tejido sano que lo rodea.
En la actualidad la crioablación es utilizada como coadyuvante quirúrgico en el tratamiento de tumores óseos benignos agresivos y se ha demostrado su capacidad para erradicar tumores, evitando la necesidad de resección extensa y procedimientos de reconstrucción.
“La crioablación es un procedimiento de mínima invasión que congela tejidos a muy baja temperatura y en pocos minutos; es un procedimiento preciso, rápido y efectivo para el tratamiento de cáncer localizado que al miso tiempo permite una recuperación más rápida para los niños”, mencionó Dr. Erick Villa, radiólogo intervencionista pediátrico.