En el Pueblo Mágico de Maní, en el estado de Yucatán, una de las pocas aldeas que ha logrado salvaguardar su acervo histórico, cultural y natural durante la modernidad, es el lugar ideal para convivir con cientos de abejas sin correr ningún tipo de riesgo.
En Maní no sólo la vida cotidiana transcurre alrededor de las abejas, sino que los habitantes tratan de seguir salvaguardando a través de los meliponarios a una de las especies endémicas de abejas sin aguijón llamadas por los mayas “Xunaaán Kab”, es decir, la señora o dama de la miel.
Durante la estadía en el poblado, también se puede visitar el Museo Vivo de la Abeja Melipona, que cuenta con 12 paneles que contienen información sobre el mundo de las abejas y su entorno; además de que estos se encuentran distribuidos a lo largo de un recorrido guiado dentro de un solar maya. En esta increíble visita se podrá realizar una caminata por la historia de las abejas, divididos en cuatro temas centrales: La tierra, las plantas, las abejas y los seres humanos.
Asimismo, es imperdible llegar al Meliponario U Naaji Yuum K’iin, donde se puede conocer el proceso de la elaboración de la miel y los productos que se derivan de ella como los jabones y dulces, entre otros. En este lugar también hay oportunidad de probar la miel directamente de la colmena y conocer 5 de las 17 especies de abejas nativas que habitan en Yucatán, además de entender la importancia que tiene preservar a estos pequeños polinizadores locales.
Es importante resaltar que hoy por hoy las investigaciones de la miel melipona sigue siendo una práctica importante debido a que se han encontrado propiedades medicinales y nutricionales en este producto tan preciado por los habitantes de Maní. En este paraíso del Mundo Maya se continúan realizando rituales como el“U Jaanli kab” (la comida de las abejas), y el “U jeets luumil kab” (procurar las condiciones ideales para la producción de miel), las cuales son primicias para favorecer el buen tiempo y las buenas floraciones del campo, y en consecuencia para garantizar la siguiente temporada de cosecha de miel (la cual solo puede realizarse 2 veces al año).
Para el pueblo de Maní la miel de la abeja sagrada maya resulta sumamente valiosa, ya que únicamente pueden obtener 1.5 litros de miel al año por cada “hobón” (colmena de la melipona que se construye al interior de un tronco de madera). En esta localidad sus pobladores reconocen las propiedades y el valor de este producto, motivo por el cual han apuntalado sus esfuerzos para la preservación y el cuidado de la abeja melipona, siendo principalmente las mujeres las responsables de su cuidado y aprovechamiento en la herbolaria.
No cabe duda de que este Pueblo Maya es consciente de la importancia de sus recursos naturales, destinando gran parte de su vida diaria en preservarla y buscando nuevas prácticas que permitan que esta localidad además de ser un referente de turismo, sea una muestra de sustentabilidad ecológica.