Las terapias asistidas por unidades caninas (es decir, un perro de terapia y su técnico) son cada vez más aceptadas por las personas, en especial niños y adultos mayores, pues les generan interés y un grado de confianza que les permite estar más receptivos a tratamientos médicos, psicológicos y de rehabilitación.
Y es que la interacción con un perro ayuda a reducir la ansiedad y aliviar el estrés, según un estudio publicado por la Universidad de Konkuk, en Corea del Sur, jugar con un perro, darle de comer, acariciarlo, salir a caminar o abrazarlo aumenta las ondas cerebrales ligadas al alivio del estrés.
Este estudio psicofisiológico muestra cambios específicos en la actividad cerebral de 30 voluntarios mientras realizaban actividades diferentes con un perro. Dichas interacciones activaron una mayor relajación, estabilidad emocional, atención y concentración, además de disminuir los niveles de estrés y provocar respuestas emocionales positivas en su entorno.
Es así que programas como Purina Juntos es Mejor en el que en conjunto con el Centro de Actividades y Terapias Asistidas con Caninos A.C., unidades caninas apoyan durante terapias en hospitales y centros de ayuda para niños y personas vulnerables, para ayudar a reducir la ansiedad, aliviar el estrés y fomentar los sentimientos de confianza. Así es como participan en sesiones donde el paciente puede alcanzar objetivos en procesos de rehabilitación física, terapia ocupacional o terapia del lenguaje.
En una sesión asistida por un perro no importa la raza del animal, cualquier perro puede ser entrenado para ser perro de terapia, sin embargo, la evaluación de su temperamento es lo más importante. Un perro de terapia no es lo mismo que un perro de compañía, necesita que su temperamento sea dócil, sociable, que tolere diferentes tipos de ruido y sonidos, por ello es de suma importancia la evaluación y socialización previa.
Las actividades que los pacientes realizan con los perros van de lo sencillo como acariciarlos, cepillarlos, hasta lo complejo como aprender nuevas cosas o practicar formas de expresión.
Finalmente, existe un método llamada perro “manta”, se refiere a una serie de 47 posiciones especializadas que el perro adopta para fisioterapia y estimulación temprana. Se utiliza principalmente en relajación de articulaciones, donde el can actúa como una compresa o manta caliente que ayuda a que se realice la terapia que necesite el paciente.