El 16 de octubre es el Día Mundial del Pan. Por ello Nutella reconoce a los maestros panaderos mexicanos más tradicionales y propositivos.
Dentro de las grandes tradiciones gastronómicas en México, la panadería tiene un lugar muy importante entre los consumidores. Es una industria que no sólo ha representado una gran fuente de trabajo, sino también es parte del desarrollo artesanal y empresarial de gran número de mexicanos. Y Nutella es uno de los productos más utilizados para combinar con el pan.
Este año, además de celebrar su campaña Nutella Ama el Pan regalando en varios puntos de la Ciudad de México más de 8 mil 500 piezas de pan tradicional, honra a los o panaderos mexicanos que llevan gran parte de su vida frente a los fogones. Y es que los hay desde los clásicos panaderos de barrio, hasta los callejeros que van con su canasta anunciando con una corneta su llegada; a los que dirigen las grandes panaderías, así como los reposteros gourmet y chefs panaderos.
Creatividad mexicana
Hasta la fecha México es reconocido como el país número uno a nivel mundial en riqueza de formas y sabores de pan, entre ellos: Conchas, Magdalenas, Moños, Chilindrinas, Corbatas, Panqués, Cuernitos, Orejas, Cochinitos, Almejas, Besos, Ladrillos, Trenzas, Banderillas, Volcanes y Polvorones.
Este año, Nutella hace un homenaje a los cinco panaderos y panaderías que forman parte de la mayor tradición en Ciudad de México. De acuerdo con la opinión pública, son los mejores y los que llevan casi toda su vida dedicada a hornear el más delicioso pan y los infaltables pasteles.
Cada uno de sus nombres y retratos aparece en un póster conmemorativo que recuerda también las piezas de pan más queridas por los mexicanos:
Eduardo Da Silva. Con 23 años de haber fundado Da Silva Panadería Artesanal, es un ejemplo en el arte de salir adelante y triunfar. Luego de un quebranto económico dentro del mercado de la comercialización de zapatos, logró el título de Diplomado Cordon D’Or de gastronomía en la universidad Anáhuac del Sur. Luego, el diplomado en alta repostería en el centro de artes culinarias de Maricu, hasta que inauguró su propia panadería en marzo de 2000.
Moisés Paredes Zárate. El maestro panadero, lleva más de 30 años siendo uno de los panaderos indispensables de la Panadería Ideal, espacio icónico del centro de la Ciudad de México y reconocido en todo el país. Su pan es motivo de filas y filas que se ven desde las 7 de la mañana todos los días de la semana para lograr las piezas aun “calientitas”. Y es que la Ideal le apostó a los mejores desde su apertura en agosto de 1927.
Lauro Alberto Sevilla García. Maestro bizcochero desde hace más de 30 años, heredó el oficio de su padre, quien fue el maestro que inició con Grupo Karsapan hace más de 35 años. El legado a su hijo: muchos años de experiencia y la pasión para elaborar el mejor pan artesanal de calidad y buen gusto. Se define a sí mismo como “un enamorado del pan ya que he logrado el sueño de poder vivir de lo que más me gusta hacer”. Luego de tantos años de trabajo, no conoce otros fogones más que los de la Panadería La Pilarica.
Luis Alfonso León Hernández. El maestro es un experto en pan fermentado y gourmet. A 15 años de haber experimentado, aprendido y compartido con maestras tan reconocidas como las chefs Mónica Patiño o Elena Reygadas, hoy demuestra esa casta de los grandes panaderos. Actualmente dirige los fogones de L Pan, espacio único basado en las fermentaciones a través de la masa madre. Con tan solo 3 años en el mercado, la panadería surte a grandes y reconocidos restaurantes de la Ciudad de México.
Felipe García. Este reconocido maestro bizcochero asegura que la pasión de toda su vida ha sido la panadería, ya que es en ese ambiente en el que creció y desde niño supo hacia dónde iría su camino. Su padre y su abuelo, grandes maestros panaderos, le enseñaron el oficio. A sus 48 años, cuenta con un gran recorrido, ya que desde los 9 años trabajaba con su padre por las mañanas mientras que en las tardes iba a la escuela. A los 16 años era ya un profesional. La perfección y el cuidado de los detalles son su sello. Y estas cualidades las demuestra en cada una de sus piezas de pan que se pueden encontrar en la Panadería La Uno.