La marca española Magefesa presenta su línea Balance, con cinco piezas indispensables para todo hogar, que se convertirán en el mejor aliado para preparar todo tipo de platillos, desde unos sencillos huevos a la mexicana hasta un delicioso estofado: cacerola, olla, cazo, sartenes y cafetera.
El acero inoxidable es ideal para la cocina gracias a su composición de acero y cromo, que lo hace extremadamente duradero y resistente. El cromo previene la oxidación, lo que le permite conservar su aspecto original sin deteriorarse con el tiempo, además de darle un brillo atractivo que aporta elegancia y distinción. Sin embargo, estas no son las únicas ventajas de este material.
El acero inoxidable 18/10, conocido también como acero quirúrgico, con el cual la marca españolafabrica algunos de sus productos, es el más sobresaliente en su categoría, ya que contiene níquel, lo que aumenta su resistencia y le da un acabado similar al de la plata. Su estructura menos porosa también lo hace altamente higiénico, pues minimiza la acumulación de moho, bacterias y gérmenes, siendo por ello utilizado en instrumentos quirúrgicos y consolidándose como la mejor opción para utensilios de cocina.
¿Cómo cuidar y limpiar el acero inoxidable?
El acero inoxidable reacciona rápidamente a los cambios de temperatura, lo que lo convierte en un material ideal para cocinar a altas potencias; sin embargo, esto puede hacer que los alimentos se adhieran. Para evitarlo, se sugiere seguir estos pasos:
- Coloque la olla sobre un quemador de menor tamaño que el utensilio.
- Caliente a temperatura media-alta sin añadir nada.
- Cuando esté lo suficientemente caliente, verifique si el calor es adecuado añadiendo unas gotas de agua; estas deben formar pequeñas “bolitas”.
- Añada aceite o mantequilla, extendiéndose por toda la superficie.
- Reduzca la potencia y agregue los ingredientes.
Para prolongar la vida de las ollas de acero inoxidable, límpielas inmediatamente después de usarlas, evitando dejar alimentos o residuos por mucho tiempo. No vierta agua fría sobre el acero aún caliente. Utilice esponjas suaves y jabón no abrasivo. Aunque se pueden lavar en el lavavajillas, es preferible limpiarlas a mano. Es importante también evitar el uso de cloro para su limpieza.
Después de lavar, se recomienda secar el acero inoxidable para evitar manchas de agua o marcas de cal. Para las manchas causadas por algunos alimentos, use una pasta de bicarbonato y agua o una mezcla de vinagre blanco y agua en partes iguales. Los residuos incrustados pueden eliminarse con un cepillo de cerdas firmes que no raye. Para las huellas dactilares o manchas de grasa, emplee un paño y un limpiador específico para acero inoxidable.