La provincia de Quebec se prepara para recibir al otoño, caracterizado por los paisajes quebequenses que revelan sus ricos colores ocres, que además ofrecen rincones únicos y parques urbanos donde hacer un picnic o dar un paseo para observar mejor la metamorfosis de la naturaleza. Desde amarillos anaranjados hasta rojos intensos, durante estos meses la naturaleza se viste con sus mejores galas y se convierte en una época mágica.
Entre la diversidad de recorridos que ofrece, bien se puede empezar por la capital de Quebec, ya que combina historia, cultura y actividades al aire libre. Muestra la arquitectura y la cultura del Viejo Quebec, con sus influencias europeas y norteamericanas. También se puede disfrutar de un recorrido por el circuito de las cataratas de Montmorency, la isla de Orleans y Sainte-Anne-de-Beaupré.
Ideal tomarse el tiempo para recorrer Lanaudière y Mauricie, regiones entre Montreal y la ciudad de Quebec, que ofrecen abundante naturaleza y lo mejor del destino: parques, senderos y lagos, rutas gastronómicas, posadas locales, hoteles urbanos, museos de arte y ciencia, y mucho más.
¡Outaouais en su máxima expresión! Esta ruta lleva a explorar la historia, la naturaleza y las delicias culinarias. Se llama Chemins d’eau (vías fluviales) porque corre paralela a los ríos Ottawa y Gatineau. Atravesando colinas y pueblos, la ruta revela fragmentos de historia, vida salvaje quebequense y naturaleza exuberante. ¡Incluso puedes dormir con los lobos!
La Route des Monts Notre-Dame está salpicada de bosques, lagos, ríos y campos. Esta ruta natural serpentea por una cadena montañosa y atraviesa una variedad de paisajes, desde el mar hasta la tierra. Incluso hay un cañón llamado Portes de l’Enfer (cañón de la puerta del infierno), llamado así por los 300 escalones que conducen al río. El parque cuenta con más de 20 km de senderos y el puente colgante más alto de Quebec (63 m).
Por agua, en bicicleta o a pie, la Route des Montagnes es ideal para excursionistas y amantes del aire libre. Este itinerario en la región de Charlevoix explora las impresionantes estribaciones de las Laurentinas y dos de los parques nacionales más pintorescos de Quebec: Grands-Jardins y Hautes-Gorges-de-la-Rivière-Malbaie. Esta ruta de las montañas se recorre mejor en coche o en motocicleta, sin embargo, también se puede hacer senderismo o recorrer la ruta en bicicleta, solo que es necesario estar en excelente condición, ya que hay muchas colinas.
Sin duda, el bello Quebec es el destino perfecto para disfrutar de los reconfortantes sabores del otoño y deleitarse con esta nueva temporada que aunque pasajera, siempre dejará recuerdos duraderos.